Cirugía de Retina
¿Qué es una cirugía de retina?
Una cirugía de retina es un procedimiento quirúrgico ambulatorio para tratar enfermedades que afectan la retina, la capa sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo, responsable de convertir las imágenes en señales eléctricas para enviarlas por el nervio óptico al cerebro. La retina es la capa que “ve” en el ojo.
La cirugía se utiliza para corregir problemas como desprendimiento de retina, agujeros o desgarros, membranas epirretinianas, hemorragias vítreas y otras afecciones. Durante la cirugía, se pueden utilizar diferentes técnicas que pueden variar dependiendo de la condición a tratar. Por ello es fundamental que consultes con uno de nuestros oftalmólogos para obtener información detallada sobre tu caso.
Cirugía de Retina
¿Cuáles son los beneficios de la cirugía de retina?
La cirugía de retina puede tener varios beneficios dependiendo de la condición, sin embargo, las más importantes son la restauración y prevención de la pérdida permanente de la visión en casos de desprendimiento de retina o hemorragias vítreas, mejorando así tu calidad de vida al permitirte realizar tus actividades de la vida diaria.
Por otro lado, la operación de retina también es utilizada para tratar enfermedades oculares crónicas como la retinopatía diabética o la degeneración macular relacionada con la edad, ayudando a controlar la progresión de la enfermedad y preservar la visión. En muchos casos, los procedimientos permiten una recuperación rápida y sin complicaciones.
¿Qué se hace en una cirugía de desprendimiento de retina?
Esta es una cirugía en la que colocamos la retina en su posición normal. El desprendimiento significa que se ha separado de las capas de tejido que la rodean, por lo cual el oftalmólogo inyecta una burbuja de gas dentro del ojo. Luego, te ubicamos de manera que la burbuja de gas flote hacia arriba contra el orificio en la retina y la empuje de nuevo a su lugar. Utilizamos un láser para sellar permanentemente el orificio.
La reparación se necesita para prevenir la pérdida de visión permanente. La rapidez con la cual es necesario realizar la cirugía depende de la localización y magnitud del desprendimiento. Los síntomas más importantes son:
Después del procedimiento es posible llevar a cabo la mayoría de las actividades diarias, sin embargo recomendamos evitar levantar objetos pesados, agacharse, conducir o leer durante los primeros días.
Después del procedimiento es posible llevar a cabo la mayoría de las actividades diarias, sin embargo recomendamos evitar levantar objetos pesados, agacharse, conducir o leer durante los primeros días.
Inicialmente el paciente puede sentir cambios en la calidad de la visión, irritación ocular o ciertas molestias.
Aunque la cirugía es muy eficaz, algunos riesgos se relacionan con visión doble, infección en los ojos o hinchazón de la córnea.